15 enero 2012

Insolente Juventud



Sí, sí... sé que el título huele a vieja de mierda... pero ¡francamente...! Déjenme ponerlos en contexto, y veremos si no me encuentran la razón.

El otro día volvía del cumpleaños de un amigo, en el metro. Detrás mío iban un par de veinteañeros (ni idea su edad exacta; si bien podían tener 20, quizás tenían 25 o más). Ella era una flaca esquelética y chillona con cero sentido de la moda. Él era un wannabe emo, lo cuál es aun más patético que realmente ser uno.

Ambos estaban ejerciendo el deporte nacional: el pelambre. Llamaron mi atención cuando ella dijo: "es que ella ya está medio pasadita... tiene 29, no... 28, va a cumplir 29, y todavía no tiene un pololo, con auto, que la saque a comer". Menos mal que les estaba dando la espalda, porque me quedé de una pieza. O sea, are you fucking kidding me???

Para empezar, yo tengo 29... y estoy soltera y feliz así. No estoy "medio pasadita" porque no necesito un pololo con auto que me saque a comer. Y esto es porque (a) no necesito que nadie me "saque" así como si fuera una mascota que hay que ponerle una correa para salir a la calle... soy una mujer independiente, que trabaja y que si quiero salir a comer soy perfectamente capaz de decidirlo y hacerlo por mi cuenta sin necesitar que alguien lo decida ni nada... y tengo amigos que son una excelente compañía; (b) el que alguien tenga auto o no, es RIDÍCULAMENTE IRRELEVANTE! Conozco miles de pasteles con auto, y créanme que el auto no les quita lo pasteles; (c) relacionado con lo mismo anterior, conozco muchos pasteles... y es mejor estar solita que mal acompañada. No tener un pololo no me hace menos mujer, ni me complica, ni afecta mi seguridad o mi valor. Pero no voy a seguir protestando al respecto, porque la identificación personal con la aludida, no es lo que realmente me indigna.

Lo que me parece verdaderamente indignante es como con una sola frase, una mujer es capaz de borrar décadas de emancipación y de lucha por la igualdad. Y créanme, no soy feminista, pero más que mal, estamos en el siglo XXI. Creo que los tiempos en que las mujeres necesitabamos estar casadas para sentirnos realizadas, es cosa del siglo pasado...

But I should know better... Después de todo, dada mi ascendencia italiana, provengo de un entorno que es bastante machista. Un entorno donde el concepto de mamma italiana está fuertemente arraigado. Eso implica que la mujer básicamente tiene que ser una súper madre, idealmente dedicada las 24 horas a la crianza, a llevar y traer a los niños a sus clases de fútbol, de ballet, de natación y de pintura, además de ser una excelente cocinera, y en resumen, una mujer cuyos hijos y hogar son el reflejo de su realización como mujer. Cierto que ahora las mujeres trabajan. Aun así tiene que encontrar la forma de ser una figura importante en su hogar, y de no serlo, eso sólo es perdonable si es "reemplazada" por la abuela de los niños, o alguna otra mujer de la famiglia. De todo esto, se subentiende que las mujeres deben casarse y tener hijos, y esa debe ser su prioridad en la vida.

En mi colegio, en clases de técnicas manuales nos dividían en hombres y mujeres. Y la sala de las mujeres decía sospechosamente afuera "Economía Doméstica". Nos enseñaban a coser, a cocinar y a tejer ropa de guagua.

Y está bien. Es decir, no puedo sustraerme del todo a mi cultura heredada. Sin embargo, también sé que los tiempos cambian. Y sé que necesito más que casarme y tener hijos para ser feliz. Que de hecho, un matrimonio e hijos no garantizan mi felicidad (así como no tenerlos tampoco la garantiza). Porque al final lo único que garantiza la felicidad es permanecer fieles a sí mismos, para no arrepentirse de las decisiones que tomas en la vida.

Mi machismo se extiende sólo a un tema de roles. Aprecio un hombre fuerte, con los pantalones bien puestos. Un hombre que asuma que tiene el rol de proveedor principal (y ojo, no dije "único"), así como su rol de padre (que es muy diferente al rol de una madre). Pero no aceptaría un hombre que me invalide como mujer. Que yo entienda mi rol de mujer en hogar como dueña de casa y madre (sin invalidar mi rol de profesional, que es independiente de mi género), no implica que permita que por eso se me desprecie como persona. Un verdadero hombre tiene que reconocer el valor de quien tiene al lado. El tratar de aplastar a quien tienes de compañero sólo habla de inseguridad, y la necesidad de ser alguien por encima de otro, y eso no es compatible con la meta de formar un verdadero hogar basado en el respeto y la confianza entre todos sus miembros.

Además, soy lo suficientemente emancipada para no tener que validar mi posición oponiéndome a todo lo que creo que históricamente ha sido asociado a una mujer. No le tengo miedo a la cocina. De hecho, me encanta la cocina. Creo que es una excelente forma de demostrar cariño y preocupación. En cuanto al resto de las tareas del hogar, no me gusta hacer aseo, y no sé planchar. Pero creo que si tengo que hacerlo, lo haré y aprenderé. Y si se puede, para eso existe una oferta amplia de asistentes del hogar.

Lo que me choca es escuchar esa clase de comentarios. Donde la gente juzga de una manera tan liviana el valor de una persona por el supuesto valor de una pareja. ¿Cómo podemos avanzar tanto en cuanto a respeto y dignidad humana, y la juventud con su insolencia e inconsciencia característica, ignorar todos esos avances con una sola frase? Y encima, una congéner... Bien dicen que las mujeres somos poco leales entre nosotras...

1 comentario:

Dr_Cucho dijo...

De entrada, de una flacuchenta, chillona y con cero sentido de la moda es difícil esperar algo muy “clever” (no lo mencionaste, pero no esta mal pensar que en una de esas quizás hasta era rubia) y como ya te mencioné en algún momento, yo no cabría dentro de su perfil de “pololo ideal” ya que de entrada, si bien tengo auto, aún no es seguro para la salud de nadie ser mi copiloto, y como soy el eterno estudiante de una larga carrera, soy el amigo pobre que a duras penas logra moverse en la capital sin el pase escolar debido a que no tiene ingresos propios, mientras la gran mayoría de las amistades ya esta trabajando o cuando menos se puede sustentar los vicios (además soy de la idea de salir y compartir acompañado más que de “sacar a pasear” como si se tratase de un chiche vistoso)…
Comparto la idea de que hombre y mujer cumplen roles distintos dentro de la arquitectura familiar, de hecho hasta biológicamente se encuentran diseñados en forma diferente para cumplir funciones de trascendencia equivalente con el fin de conformar un núcleo familiar sólido, lo cual apoya la teoría de que los géneros funcionan de forma complementaria más que en una relación de dominio de uno sobre el otro.
Hoy por hoy las mujeres se han ganado de forma muy merecida tanto respeto como independencia, pero con ello también se han ganado una “mochila más pesada”, debido a que si deciden trabajar y tener familia se les exige que sean excelentes profesionales y madres ejemplares en donde los errores son severamente castigados mediante el “arte del pelambre y la crítica despiadada”…
Además la idea de que son las mujeres las que se encargan de las labores domésticas es brutalmente sexista, debido a que con mi reciente pseudoindependencia debo estar metido en la cocina y tengo que preocuparme del aseo del espacio donde vivo lo cual obviamente no me vuelve menos “macho”, muy por el contrario me ha convertido en alguien un poco más útil, ordenado y previsor, lo que me trae mas orgullo que otra cosa…