06 noviembre 2014

15 Preguntas honestas que la persona con la que te casas debería poder responder

Ufff... hace más de dos años que no escribía... la vorágine laboral es la culpable... Para su tranquilidad - si acaso - dejenme aclararles que sigo igual de loca que siempre. Y de dispersa mental. Sólo menos asidua a escribir, porque entre el trabajo, las clases, el amor, y el Candy Crush no tengo tiempo para dedicarme, y me he portado ingratamente con esta página.

A modo de breve resumen, les cuento que lo del post anterior sigue en pie... fecha inclusive... Es más, ya empezamos a concretar e hicimos nuestra primera contratación: una wedding planner. Tenemos, además, una lista de invitados preliminar, un "book" de ideas, una carta Gantt con la planificación de aquí a los próximos dos años, y este mes estamos definiendo todo lo referente al matrimonio civil.

Pero prometo dedicar otro post completo a ponerlos al día... de momento, a lo que vinimos... leí en Huffington Post un artículo que me dio qué pensar... A continuación lo traduzco para ustedes, y adjunto mis comentarios.

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El matrimonio es realmente algo lindo. Solía pensar que era un poco sin sentido, sólo un pedazo de papel que te permitía una rebaja extra de impuestos. Sin embargo, mientras más lo pienso, más he aprendido a valorar lo que un matrimonio podría ser.
El matrimonio tiene mala fama porque la mayoría de las personas es realmente mala para eso. No es la culpa del matrimonio. Es culpa de la pareja por no ser suficientemente maduros o inteligentes como para poder manejarlo.
Solía creer que las personas no podían realmente prometer amar a alguien más en 10, 20 años cuando ni ellos ni sus compañeros serían las mismas personas que son ahora. Pero ese es el punto. Sabemos que el futuro está lleno de incertidumbre.
A pesar de eso, seguimos queriendo prometerlo porque nos da el coraje de entregarnos a otro sin reservas.
Puede que no seas capaz de mantener esa promesa, pero puedes mantener la promesa de hacer todo lo posible para ser un fantástico compañero de vida. Eso es todo lo que alguien en realidad puede pedir. Si estás pensando en "pisar el palito", entonces asegúrate de que tu futuro compañero puede contestar honestamente estas preguntas para tu gusto:

1. ¿Por qué me amas?

Las personas parecen pensar que esta es una pregunta que no necesariamente necesita una respuesta. La mayoría dirá que simplemente ama a otro porque lo aman - una respuesta horrible. Todas las personas necesitan saber exactamente porqué es que aman a las personas a las que aman.
Amar a alguien es un acto muy egoísta y está bien. Tú amas a la persona que amas por lo que la persona hace por ti y por cómo él o ella te hace sentir.
Todos podríamos tener respuestas ligeramente distintas de porqué amamos a alguien, pero si no somos capaces de definir los parámetros de nuestro amor, entonces es probable que más tarde tengamos problemas cuando baje la intensidad inicial. Si tu compañero no puede contestar porqué él o ella te ama, entonces imagina la incertidumbre inevitable a lo largo del camino.

¿Por qué amo al Cucho? Eso me resulta fácil de responder... lo difícil es no escribir todo un post al respecto y perder el foco... Lo amo porque es inteligente; porque me hace reír, aún cuando estoy triste o preocupada; porque aguanta todas mis locuras y hasta las fomenta, como mis listas interminables y mi detallismo obsesivo; porque lo primero que me dijo al comenzar a pololear, fue que ya sabía que su primer hijo se llamaría Gabriel (el nombre que siempre he dicho que sería el nombre de mi primer hijo); porque recordaba que Gabriel era el nombre que me gustaba; porque aunque sabe que es innecesario, siempre se preocupa por mí; porque aunque sabe que no me molesta pagar, siempre se complica cuando lo hago; porque a su lado, puedo hacer nada; porque podemos decirnos "ñia" y mañosear juntos; porque me acompaña hasta en mis sueños; porque nunca carreteamos y ni nos estresa el tema, ya que preferimos quedarnos cómodamente en casa a comer algo rico; porque, porque, porque... son tantas cosas y aún más...

2. ¿Por qué quieres pasar el resto de tu vida conmigo?

"Porque te amo" no es una buena respuesta. La vida es un camino - uno que es mejor no viajar completamente solo. Sin embargo, no todos tienen el mismo destino en la mente. Querer hacer distintas paradas en la ruta es una cosa. Querer cosas diferentes de la vida es otra cosa completamente distinta.
Tu compañero debería ser capaz de decir qué experiencias de vida él o ella espera compartir contigo. Son estas pequeñas metas que se fijan que hacen que sus vidas sean especiales.

Quiero pasar el resto de mi vida con mi Cucho porque no puedo imaginar a otra persona con quien criar hijos, y con quién compartir nietos. Porque quiero conocerlo cuando esté viejo, canoso y aun más mañoso (y nadie más nos aguante al parcito de viejos mañosos)... Porque quiero viajar con él y descubrir el mundo a través de sus ojos. Quiero que nos acompañemos en nuestras carreras, que celebremos nuestros éxitos, nos apoyemos en nuestros fracasos... Quiero vivir esas cosas cotidianas, que de eso se hace la vida, y quiero poder hacerlo diciendo "ñia" por el camino...

3. ¿Harás lo posible por mantener vivo el romance?

Mantener vivo el romance no es tarea fácil. Sí, es todo mental, pero mantener el interés por tanto tiempo es difícil. Toma bastante trabajo y creatividad. Requiere que la otra persona trate regularmente de complacer e impresionarte, que en sí mismo resulta crescientemente más difícil cada nuevo año.
El amor romántico no puede sobrevivir por sí mismo; ambos tendrán que mantenerlo constantemente. ¿Está tu pareja dispuesto a mantener el romance como una de sus prioridades?

Sí, no es fácil. La rutina mata. Sé que habrá periodos complejos, como cuando hay niños pequeños o mucho trabajo. Creatividad tenemos bastante, y por lo menos, por ese lado partimos bien. Y el hecho de estar lejos, creo que hace que nos valoremos cada minuto que pasamos cerca. Espero que esa lección no se nos olvide y nunca nos demos por sentado. Sé que al menos yo lo intentaré, y tengo bastante seguridad en este sentido con respecto a mi Cucho.

4. ¿Crecerás conmigo y no alejándote de mí?

Puede que no sepamos exactamente a dónde nos llevarán nuestras vidas ni qué aprenderemos - en quién nos convertiremos - a lo largo del camino, pero podemos hacer un esfuerzo consciente para crecer juntos y no distanciarnos. La mayoría de las personas se distancian a través de los años porque sienten que ya cumplieron todo lo que necesitaba cumplirse en sus relaciones.
Esta es la principal razón por la que los matrimonios terminan siendo tan horribles - las personas piensan que no hay mayores obstáculos que vencer que el que actualmente ha conquistado su relación. El matrimonio no debería ser el final, debería ser el principio.

A ojos de alguien que no me conoce, podría parecer que mi meta es casarme. Que el día del matrimonio es lo que importa, puesto que estoy dispuesta a dedicar dos años de planificación al mismo. Pero no... Francamente soy bastante operada de los nervios, y el dicho de "piano, piano si va lontano" siempre me ha aplicado. Prefiero ir lento: hacer las cosas con tiempo y calma, y prefiero llegar tarde y bien, que no llegar por precipitarme. Esa misma es la visión que tengo de un matrimonio; como dicen por ahí, es una maratón, y no una carrera. Un día, el primer día, es importante, sin dudas... pero lo que realmente importa, lo verdaderamente definitorio, es cada día que venga después de ese. Y después de llevar separados tanto tiempo, espero que esos días días posteriores no tenga nunca que separarme de él más que lo justo y necesario...

5. ¿Te quedarás en los tiempos complicados?

Los buenos tiempos son fáciles. Los tiempos difíciles, sin embargo, destruirán tu relación si los dejas. Llega un punto en cualquier relación en que vas a tomar una decisión. Es una decisión que si se toma, sólo se toma una vez. Llegará ese punto en que decidirás si vas a estar con esa persona por el resto de su vida, o no.
Si decides que te vas a quedar con esa persona, entonces no puedes permitir que una tragedia o fuerza externa sacuda esa decisión. Esta es una de las decisiones más importantes que tomamos en nuestras vidas - o, como muchas veces pasa, que fallamos en decidir. ¿Tu amante ya ha tomado esa decisión? ¿Y tú?

Sí. Nada más que agregar. Sin discusión. Y soy suficientemente porfiada como para mantener la decisión.

6. ¿Estás dispuesto a perder algunas batallas para mantener la paz?

La clave para un matrimonio exitoso es dominar tu ego. No importa qué tan competitivo seas, a veces necesitas escoger tus batallas. A veces las peleas y el stress no valn la pena. Lo que necesitas entender es que el 99% de las peleas, no son peleas sobre hechos, sino sobre opiniones. Una opinión no es correcta ni incorrecta. A veces tienes que dejar a las cosas ser.

Sé que bromeamos con frecuencia con eso de "yo siempre tengo la razón, y tú siempre tienes la culpa". Lo cierto es, que ninguno de los dos es muy dado a pelear, y la paz es un objetivo fundametal que compartimos.

7. ¿Puedes prometer que nos pondrás por encima de cualquier cosa?

La vida tiene mucho que ofrecer. Y si te pareces en algo a mí, tienes un gran apetito. Queremos todo lo que la vida puede ofrecer, y más. El problema es que no tenemos suficiente tiempo como para tenerlo todo; nuestras vidas son muy cortas. Sólo podemos elegir unas pocas cosas que consideramos importantes y hacer lo posible por florecer en esas áreas.
La belleza del matrimonio es que puede ser usado como base para contruir el resto de tu vida sobre ella. Tu compañero debería ser precisamente eso: tu compañero. Su relación es la cosa más importante en tu vida, porque es lo que hace que el resto de la vida sea posible.

Honestamente, creo que lo único que podría generarme algún grado de conflicto, es si tuviera que elegir, llegado el momento, entre mi Cucho y nuestros hijos. Esa decisión sería difícil, y espero lograr el mejor equilibrio, entre ser madre y esposa, que se pueda.

8. ¿Serás un gran padre?

De nuevo, ¿cómo podría saber alguien si será o no un gran padre? Fácil. Simplemente lo decides. Esto es todo. No hay trucos. Sólo una decisión y luego una acción.
Algunas cosas no necesitan pensarse demasiado. Serás un gran padre porque decidiste que lo serías. ¿Hará tu amante lo mismo y será un gran modelo a seguir para sus hijos?

Creo que eso ya está decidido hace mucho rato. Ni siquiera es tema.

9. ¿Te asegurarás de recordarme cuánto me amas con regularidad?

Las personas no sólo quieren, sino que necesitan escucharlo. Necesitamos que nos recuerdes que nos amas porque sabemos que el amor no dura para siempre. Queremos escuchar la palabra y luego tener el reforzamiento con acciones que nos muestren cuánto nos amas.
Es suficiente con amarnos, pero entiende que necesitas amarnos de la forma en que necesitamos ser amados - así como necesitamos amarte de la manera en que tú necesitas ser amado para ser feliz.

Me parece que tampoco tendremos problemas con eso. Actualmente nos decimos todos los días que nos amamos... espero que eso no "pase de moda".

10. ¿Puedes prometer que harás todo lo posible por mantener viva la llama?

Las llamas no se encienden por sí solas. Piensa en cómo funciona un encendedor. Tienes una chispa que enciende el combustible, lo que crea una llama. ¿Pero cómo funciona la chispa? Tienes que crear una fuerza que resultará en energía que creará la chispa.
De la misma manera, no puedes esperar que las llamas ardan si no lo intentas. Si quieres tener un matrimonio feliz y saludable, entonces necesitas encontrar a alguien que esté dispuesto a entregarla energía necesaria.

Totalmente de acuerdo. Y esto de la distancia hace que uno entrene bastante el "músculo" para asegurar que las llamas sigan vivas a pesar de todo.

11. ¿Me apoyarás si no puedo apoyarme sola?

No sólo financieramente, sino que mentalmente. Incluso físicamente si es necesario. Nadie sabe lo que aguarda en la vida. Lo inesperado pasa, usualmente dejándonos débiles, heridos, o incluso permanentemente dañados. ¿Te llevará tu pareja cuando no puedas caminar?
¿Te apoyará tu pareja cuando se te debiliten las rodillas? ¿Llevará a la familia que hayan creado hasta que recuperes tu fuerza? ¿Es tu pareja capaz de reunir las fuerzas para pelear las batallas a nombre de los dos?

No tengo dudas de que ambos seríamos capaces. Físicamente yo tendría un poco de problemas, porque soy debilucha, pero ingenio me sobra para arreglármelas y sacarnos adelante si es necesario. Y no tengo ningún temor acerca de su capacidad para apoyarnos a mí y a nuestra familia en cualquier sentido.

12. ¿Prometes continuar persiguiendo tus metas y sueños personales?

El matrimonio no es el final de la persona que eras y el comienzo de un nuevo tú. Seguro, estar en una relación seria requiere que una persona cambie en muchos sentidos.
Sen embargo, hay una parte que no podemos, bajo ninguna circunstancia, dejar ir. Los sueños, deseos y esperanzas que tenemos - nuestras metas personales - deben permanecer vivos.
Cuando los perdemos, nos perdemos y perdemos a la persona que amamos. El matrimonio no es sólo un "nosotros". Es también un tú y él/ella. Debes conjugar a la persona que siempre has sido con ser parte de un conjunto mayor. No es fácil. Pero es necesario.

Sueños nos sobran... Y creo que hemos logrado que nuestros sueños separados sean compatibles con nuestros sueños de a dos.

13. ¿No te dejarás estar?

¿Se cuidará tu pareja comiendo sano y haciendo ejercicio? ¿Se revisará regularmente y tomará vitaminas? Esto puede sonar tonto, pero he visto lo que dejarse estar puede hacer a un matrimonio.
Además, he visto cómo no mantener tu salud puede hacer que las vidas de los más cercanos a ti se vuelva increíblemente difícil.
Sí, tu familia debe cuidar de ti cuando necesitas que cuiden de ti - pero es tu responsabilidad, primero y antes que todo, de cuidar de ti mismo. Nadie debería volverse una carga para aquellos que ama.

Esta parte cuesta... nos gusta tanto comer cosas ricas y flojear... pero ya hemos hablado de apoyarnos en lo de la comida saludable y el ejercicio. Go team!! Además, ninguno de los dos tenemos permiso para morirnos, así que hay que procurar no desobedecer... :P

14. Si soy la primera en irme, ¿Te quedarás conmigo hasta el final?

¿Sostendrá tu mano to pareja cuando estés muy débil para dársela? ¿Besará tu pareja tu frente y te dirá que te ama, y que hiciste que valiera la pena vivir? ¿Que por ti, la vida tuvo sentido? ¿Estará tu pareja para tu último respiro, cuando te encuentres atrapado entre el miedo y la satisfacción?
Nadie debería dejar este mundo solo. Se dice que dejamos el mundo de la misma manera en que vinimos, pero incluso cuando llegamos, había alguien para sostenernos. Entiendo que a la mayoría de las personas no les gusta pensar en la muerte, pero dado que es inevitable, mejor planificar con anticipación.

Siento que puedo contar con él. Sé que va a poder contar conmigo. Pero insisto en que ninguno de los dos tiene permiso para morir. Hum!!

15. ¿Puedes prometerme que, si mi tiempo se acorta, continuarás viviendo por los dos?

Amas a esta persona. Quieres que sea feliz independiente de que esté contigo o sin ti. Si la muerte te recoge antes de tiempo, querrás saber durante esos últimos segundos que la persona que amas seguirá viviendo su vida al máximo.
Que tu pareja continuará haciendo grandes cosas, continuará siendo feliz, y que - si tienen hijos - continuará amando a tus hijos y guiándolos por la vida.
La muerte de un ser amado puede arruinarte. Puede romperte de maneras que hacen que la recuperación completa sea imposible. ¿Puede tu pareja prometerte que encontrará la fuerza y el coraje para seguir adelante?
No sé ustedes, pero lo último que quiero para la mujer que amo es que mi partida sea su ruina. Si el estar en su vida o dejar su vida pudiera de cualquier manera destruirla, entonces claramente estaría cometiendo un error al permitirme entrar en su vida.

Qué duro... me imagino sin él y es... inimaginable. Pero sé que ambos somos fuertes, y sé que, especialmente si tuviéramos hijos, los sacaríamos adelante. Pero como ya dije, no hay permiso para morir...

25 septiembre 2012

Soñando Sueños de a Dos

Cuando entré a ingeniería comercial descubrí que siempre he sido una estratega. Y lo digo en el sentido de cómo administro mi vida. Soy muy enfocada al logro. Eso implica que me planifico mucho con el fin de alcanzar un gran e importante objetivo final. Me gustan las cosas así: apuntar a una gran meta y planear a largo plazo mi estrategia de conquista. Ella incluirá una serie de objetivos operativos y de corto plazo que no me hagan perder el horizonte.
 
Así que si quiero lograr algo, divido el trabajo, planifico, organizo... Así logré notas sobresalientes en mi carrera, en que mi objetivo era obtener un promedio 6,5 final. Y lo logré. Así logré rellenar mis vacíos académicos en física cuando estaba en el colegio, así organizo mi trabajo. Si no tengo una meta clara y definida, tiendo a divagar y procastinar. Quizás es por eso que tardé tanto en encontrar la felicidad en el amor, pues la meta era difusa. Ahora, enamorada como estoy, me resulta inevitable planear. Y planear, y planear. Me alegro que a mi Cucho eso no lo asuste, porque objetivamente, podría ser como para salir arrancando a perderse... Sin embargo, no sólo no se asusta, sino que alienta y da alas a mis planes.
 
Y a lo mejor estamos como candidatos para el manicomio, porque casi desde que empezamos que decidimos cómo se llamarían nuestros hijos. Y a la fecha, cuando faltan menos de dos días para cumplir "apenas" 7 meses juntos, ya tenemos practicamente decididos los próximos 8 años de nuestras vidas. La cosa va más o menos así: hay algunos proyectos académicos personales que queremos y tenemos que cumplir y deberían estar culminados a más tardar a finales del 2015 en mi caso, y para finales del 2014 en su caso, aunque en realidad, con especialidad incluida eso podría ser a finales del 2020. Esos proyectos vienen a determinar mucho de dónde viviríamos, porque de acuerdo al plan, nos casaríamos el día 10 de septiembre del 2016 (fecha muy, muy preliminar... no estamos tan locos como para ir a reservar iglesia ahora... nos tienen que dar un par de meses más para eso... XD ). El otro día miramos anillos de compromiso y decidí que me gustan los de estilo antiguo-vintage. Después de pedirme que le mostrara qué me gustaba, su pregunta fue cuál era mi talla de dedo... nada más... Pero si esto los tranquiliza - no lo creo - aun no hemos mirado argollas de matrimonio. Tampoco hemos organizado el matrimonio, aunque yo ya tengo más o menos claro cómo me gustaría que fuera mi vestido (y no, nunca fui de las que los lleva en la cartera). Sí tengo un poco pensado qué tipo de flores me gustarían para la recepción, y las vimos el otro día, pero la elección final va a depender de los presupuestos, porque no tengo ninguna intención de ponerme extravagante, y menos con las flores... No hemos definido tampoco la luna de miel, aunque un crucero es una opción que suena.
 
Luego de casados pensamos tener hijos pronto. Por mi edad los riesgos aumentan si esperamos mucho, así que ante eso no tenemos mucha opción. Así que supongo que esperamos a un Gabriel o una Trini que sea de signo cáncer, leo o quizás virgo... Voto por cáncer, sólo para que seamos una familia de "cánceres"... dos a tres años más tarde vendría el segundo. Esperamos la parejita, pero si creemos a la quiromancia, de mi segundo embarazo nos convertiremos en padres de trillizos, así que nos faltan como mínimo dos nombres.
 
En cuanto a dónde vamos a vivir, ahora parece posible que terminemos viviendo un tiempo en Tiltil o San Felipe, aunque después volveríamos a Santiago. Los niños tienen que ir a un buen colegio después de todo, y en la zona no estamos seguros de encontrar algo que cumpla con todos nuestros estándares. Hemos pensado en la Scuola Italiana, mi colegio de egreso, que además actualmente tiene una propuesta educacional bastante interesante. En Santiago nos gustaría vivir en Providencia, quizás cerca del lugar donde comenzamos a pololear... Pero idealmente sería bueno conservar un lugar en Tiltil o San Felipe para arrancarse los fines de semana a un lugar más rural y tranquilo. Hemos hablado también de un lugar en la playa, pero eso se verá de acuerdo a las oportunidades económicas que surjan.
 
Y sí. Es todo una locura, lo sé. Me lo hubieran dicho 8 meses atrás y habría pensado que era imposible. Pero acá estoy. Enamorada. Planeando un futuro de a dos. Un futuro donde todo calza, un futuro que ya no puedo imaginar sin tenerlo a mi lado. Una locura, sí. Pero una locura linda. Una locura que me hace feliz... Así que déjenme soñar...

06 agosto 2012

Locura "Temporal"

Nunca sospeché que esto podría pasarme a mí. O quizás en lo más profundo de mi alma lo sabía pero no quería reconocerlo ni asumirlo, así que me protegía de ello con dientes y uñas. Sí, porque siempre he sabido que en el fondo, pero bieeen en el fooondooo, soy una persona sensible. Detrás de esta máscara de indiferencia absoluta, se esconde un ser humano. Lo confieso...
 
Mi cita favorita, parte de la cual tengo en este mismo blog, es la de Ortega y Gasset "yo soy yo y mis circunstancias. Y si no las salvo a ellas, no me salvo yo". Y me gusta porque me identifica. Mis circunstancias me han hecho ser quien soy. Todos esos años de infancia temprana en que soporté ataques gratuitos de mis compañeros, y en particular de mis compañeras, ataques a los que nunca encontré sentido, porque yo nunca les había hecho nada, me hicieron ser quien soy. Me hicieron una persona que no se involucra más de lo necesario. Que se esfuerza por mantener relaciones cordiales, pero generalmente superficiales. Porque tempranamente aprendí que conocimiento es poder. Y el más poderoso conocimiento es aquel que tenemos sobre otras personas. Aquel que te conoce es el que más daño puede hacerte. Ergo, es de quien más debes protegerte. Es de quien más debes desconfiar. Aléjalo - o aléjate - y no te hará daño. O nunca te acerques - ni permitas que se acerque - y así nunca le darás esa oportunidad.
 
Lamentablemente - o afortunadamente - no es una empresa que puedes llevar con éxito siempre. Inevitablemente hay gente que se gana tu corazón. Inevitablemente hay gente que llega a conocer tu lado vulnerable. En mi caso, no es mucha. Mi amiga Lola, es una de ellas. Quizás es porque nos parecemos en eso, aunque lo enfrentamos de forma diferente. En mi opinión, mi amiga es la persona más vulnerable que conozco. La más sensible. Y se esconde tras una fachada dura como una roca, maternal a más no poder, protegiendo a todo - y a todos - los que la rodean. Y al contrario de lo que yo hago, ella se acerca, y se acerca tanto que de alguna manera logra que las personas pierdan la perspectiva de lo vulnerable que es. Abraza, para que nadie se dé cuenta de lo mucho que necesita un abrazo. Besa, para que nadie se de cuenta lo mucho que necesita que la besen. Logra que los demás piensen que son ellos lo que la necesitan, sin que se den cuenta que es ella la que nos necesita en primer lugar. Lo siento amiga... espero que no te moleste mi análisis. Si es así, me avisas y lo edito...
 
Anyway, mi método, como dije es alejarme. Utilizo mi poder de convencimiento sobre mí misma, para sentir que no necesito a nadie. Pero necesito a mi amiga. Y necesito a mi amigo Cucho, que ahora también es mi pololo, mi amor, mi vida, mi cielo... Hasta ahora, de mis relaciones había entrado y salido prácticamente ilesa. La idea de un compromiso me provocaba una urticaria subcutánea. Y ahora cuento los meses, los días, las horas... Antiguamente podía pasar semanas - meses incluso - sin verme con mi pololo de turno. Y ni me arrugaba. Jugar computador o ver una película sola en mi casa muchas veces me parecía una actividad mucho más interesante. Ahora, la distancia se me hace insoportable por momentos. Pensar que no lo voy a ver por una semana o dos, o sin ir más lejos, que no hablaré con él hoy porque está de turno, me genera un mar de emociones matizadas por la ansiedad de no verlo ni saber de él. Y no me malentiendan. No me voy a convertir en una de esas personas que llaman cada 5 minutos a sus parejas para saber dónde están y con quién. No son los celos los que me motivan. Confío ciegamente en él, sé que me ama, tanto como lo amo yo. Sé que no anda en malos pasos y no tengo nada que temer por su lado. Es simplemente una necesidad desbordante de compartir mi vida con él. Pero por supuesto, a pesar de eso, sigo siendo una persona racional con aspiraciones de ser además un individuo funcional en esta sociedad - al menos hasta cierto punto. Así que no lo llamo, ni le mando los diez mil mensajes que podría mandarle, sino que respiro profundo y sólo lo hago de vez en cuando. Lo suficiente para liberar mi deseo de transmitirle lo que siento sin ser insoportable.
 
Por primera vez, no tengo miedo. No tengo miedo de él, ni de nosotros. No tengo miedo del futuro ni del presente. Y sí, sé que todo esto me hace parecer una loca de remate. Y puede que esté loca. No lo voy a discutir. Pero al menos es una locura canalizada a través de la escritura hasta volverla por completo  inofensiva. Así puedo guardar la compostura el resto del día, por lo menos hasta mañana cuando ya no tenga turno y lo pille despierto y pueda decirle todo lo que lo amo y lo extraño... y hasta el fin de semana donde podré verlo y besarlo como si no hubiera un mañana...

19 julio 2012

Reflexiones y hechos de una mañana somnolienta

1. Tengo sueño. Mucho sueño... pero de todas maneras no tengo posibilidades de dormirme temprano en los próximos dos días.
 
2. Algo pasó en la esquina de Morandé con la Alameda. Venía en estado de zombie mode on cuando pasó una pareja de carabineros corriendo al lado mío, un par de caballos galopando, una patrulla y dos motocicletas precipitándose a esa esquina (con las obvias consecuencias sobre el tráfico y bocinazos de rigor) y luego otro par de carabineros corriendo desde otra ubicación. Los sapos de siempre parados en la esquina, y un tipo - o quizás dos - siendo retenido contra el kiosko que está ahí. No supe qué pasó ni por qué. Tenía que llegar a trabajar, y no tenía tiempo que perder copuchenteando. Sin embargo si alguien sabe qué pasó, agradecería que me contara, porque igual me quedé con la copucha...
 
3. Una mujer pasó caminando a mi lado, hablando por celular con el manos libres. Sujetaba con una mano el micrófono para que la oyeran mejor. Y no pude dejar de reflexionar acerca del despropósito de ello. Se supone que es un manos libres. Si tienes que utilizar una mano para sujetar el micrófono, ya no tienes las manos libres. Y de todas maneras va caminando. ¿Para qué quiere las manos libres? ¿Para utilizar el volante imaginario que utiliza para avanzar como peatona? OK, pueden haber algunas preocupaciones acerca de la seguridad. De no andar mostrando el celular por la calle... Pero tanto esconderlo, lo hace parecer más valioso... Al final llamas más la atención. Un despropósito por donde lo mires...
 
4. Ayer iba en el colectivo y un tipo se puso a hablar de "actualidad" con otra señora. Dada la sarta de estupideces que dijo por minuto no pude dejar de pensar que me carga y me sorprende la capacidad de la gente de opinar y asumir verdades absolutas basadas en un conocimiento parcial y subjetivo de los hechos. Siempre es bien fácil criticar y otra cosa es con guitarra. O como se dice en equitación, desde abajo del caballo todos somos expertos. Al chileno le gusta creer que hay ciertas cosas que sólo pasan acá. Y con eso, la mayoría de las veces sólo demuestran su falta de mundo y estrechez de miras. Cosas malas, errores, descoordinaciones, con buenas y malas intenciones... no creo que haya ningún país que se salve de ello. Es parte de la naturaleza humana, eternamente perfectible. Y si bien Chile tiene muchas áreas de mejora, también es cierto que tiene bastantes aspectos muy positivos.
 
5. ¿23-24° en julio? Y U NO COLD?

11 junio 2012

Filtros Publicitarios

Es que debo decirlo: la publicidad de Facebook anda cada día más mal enfocada. Y no es culpa de Facebook. Es culpa de esos encargados de marketing que no saben hacer bien los filtros. Y no pasa sólo en Facebook. Quizás soy yo que represento un outlier para los estudios de mercado...

Here is how it works: cuando tienes un aviso, ya sea uno para insertar en Facebook o un mail masivo, se supone que debes determinar quiénes lo ven, a quienes se lo mandas, y en fin, para quién va dirigido ese aviso en particular, y la campaña publicitaria en general. I mean... come on, guys... Administración I... conoce a tus clientes. Entérate de a quién diablos estás tratando de venderle lo que sea que vendes. Define tu mercado objetivo. Conócelo. Averigua qué necesitan. Por qué lo necesitan. Y si no lo necesitan, averigua cómo hacer para que lo necesiten... Después el resto es más fácil. O más difícil dependiendo de cómo lo veas. Sé consecuente con lo que averiguaste. ¿Tu mercado objetivo son mujeres aspiracionales, dueñas de casa, que ven teleseries a la hora de almuerzo? Pues no hagas una campaña para tu producto con el perrito de Lipigas a la hora de las noticias... Isn't that obvious? No sé, pero a mí me pasaba con el marketing que si bien tiene algunos insights interesantes, me aburría porque me parece tan insípidamente evidente... Una vez que ya tienes una idea de dónde estás y a dónde quieres llegar, todo se reduce a cómo endulzar la píldora para que se la traguen aquellos que tú definiste que querías que la tragaran. Pero me aparto de la idea, para variar.

Asumamos que las empresas ya definieron su mercado objetivo. Hicieron su estudio de mercado, focus groups, lo que sea. Y en el caso de mails masivos tienen sus bases de datos listas. A partir de ahí lo que se hace es definir parámetros. Cuando la base es propia, se define si se manda a toda la base o se manda, por ejemplo, sólo a las mujeres. O sólo a las personas mayores de 30. O a las mujeres mayores de 30. Qué sé yo... Creo que el mayor problema al que se enfrentan las empresas en este punto (aparte de su propia aparente obtusividad) es cómo definieron el modelo de datos en un inicio. Para poder hacer ciertos filtros, necesitas información. Información es poder. Por dar un ejemplo, en el día de la madre varias empresas consideraron aparentemente divertido el enviarme una serie de mails masivos deseándome un feliz día... Y puede que yo esté cerca de los 30, but I'm pretty sure I don't have any kids... El problema es que ellos no saben de eso. PORQUE NUNCA LO HAN PREGUNTADO. Pero vamos. Al menos si fueran un poco más vivos podrían rastrear mi historial de compras y darse cuenta de que, oh, sorpresa... no compro ropa de guagua, ni juguetes de guagua, ni comida de guaguas, ni nada semejante. Así que, o soy una muy mala madre, que no merece ninguna felicitación, o simplemente... no soy madre... Go figure... Y la verdad no es que me importe, aparte de la molestia de recibir mails innecesarios, que ya de por sí es una mala política de marketing (cuando uno envía demasiados mails masivos termina saturando a las personas, y eventualmente pasa a formar parte de la lista de direcciones que el cliente envía directamente al tacho de la basura sin siquiera leer lo que sucede... y tu campaña de marketing se va al cuerno), pero, sobretodo en este caso, es un tema sensible. Imagínense que hay una mujer que está sometiéndose a tratamientos de fertilidad y torturándose por meses para intentar tener hijos... Imagínense una mujer que acaba de recibir la noticia de que no podrá ser madre... Ese tipo de descuidado comportamiento publicitario puede causar un tremendo impacto negativo para la empresa.

Por otro lado tenemos a Facebook. Si bien los usuarios lo usamos como una fuente de vinculación social, para las empresas tiene un enorme potencial como base de datos. Cierto que no controlan la cantidad de información que ingresa, pero tienen bastante nociones. Tienen la edad, el sexo, la ciudad donde se habita, el origen, una serie de gustos y preferencias, su estado sentimental, si tiene familia, hijos, hermanos, etc. Y nos ponen una serie de avisos a un costado en que pueden medir las veces que alguien hace click. Y es cierto que no pueden acceder directamente a nuestra información (a menos que por alguna razón nos engatucen a usar ese manoseado botón de "me gusta" y les demos permiso para vernos, analizarnos, diseccionarnos... aunque dados sus comportamientos, tengo la impresión de que no lo hacen tanto como deberían), pero de todas maneras pueden filtrarnos. Cuando suben su campaña pueden decidir quiénes ven el anuncio. ¿Todo el mundo? ¿Algunos países? Quizás sólo un par de ciudades... ¿Lo ven mujeres, hombres? ¿De qué edades? ¿Solteros, casados? "Quiero una campaña de publicidad para hombres de entre 40 y 45 años que vivan en Manokotak, Alaska y le gusten los ponies..." (aunque algo me dice que esa campaña no tendría mucho éxito...)

Como sea, puedes generalizar, pero el truco está en generalizar lo suficiente como para abarcar un amplio espectro de gente y especificar lo suficiente como para que tu campaña tenga algo de sentido. Al fin y al cabo, el advertisement cuesta plata. Sin embargo, ahí me encuentro con que apenas cambié de estado sentimental a estar una relación, me empezaron a inundar con propagandas de vestidos de novias y centros de eventos para matrimonios, donde antes sólo me ofrecían ropa, zapatos y estudios post-universitarios (curiosamente la ropa sigue apareciendo, pero la publicidad sobre universidades desapareció... acabo de notarlo). Después se extrañan que haya tanta psicópata circulando... Como al mes después, si nos guiamos por la publicidad, Facebook extrañado con la falta de cambio de estatus a "comprometida" a pesar de todos sus esfuerzos por alentarnos a endeudarnos en el largo plazo, decidió que algo debe de estar mal en mi relación y empezó a sugerir con insistencia que existía la opción de terapia de pareja. Eso junto con las propagandas donde me ofrece ropa de niñita para las hijas que "evidentemente" deberíamos haber tenido en tiempo récord. Hoy Facebook decidió que ya no daba para más. Hoy me informó que los divorcios cuestan apenas $99.000.

Así que todas estas líneas sólo son para informar a todos aquellos colegas, medios publicitarios, empresas, y demás interesados, que mi relación está muy bien, muy estable, y que no tenemos planes de matrimonio en el corto plazo, mucho menos de tener hijos, y por último, con respecto al divorcio... are you f** kidding me??

06 mayo 2012

Historias

Había una vez... así suelen comenzar muchas historias. Sin embargo otras, las más importantes, comienzan sin frases en particular, sin bombos ni platillos, sin flores, sin violines. Comienzan un día cualquiera, quizás en la biblioteca, o en la calle o en una sala de clases. Comienzan con algunas risas, con conversaciones de esas que no quieres que acaben, pero que años después ni siquiera recuerdas de qué se trataron. Hay historias que tienen introducciones tan largas, que a veces te olvidas de cuál era el punto. Vean How I met your mother y comprenderán lo que digo. Hay historias que están llenas de momentos mínimos, cotidianos, simples... y eso mismo las hace fabulosas y reales, y mucho mejores que cualquier otra historia que pudiera escribir el mejor escritor de la historia. Siempre he sido una cuentista. Me refiero a que siempre he contado cuentos, he inventado cuentos, he escrito cuentos. Desde que era una pequeña niña con problemas de lenguaje repetía esas historias que me leía mi madre. Un tío me bautizó como "la entonche" por mi incapacidad de pronunciar correctamente la letra "s" y la frecuencia con utilizaba esa palabra al contar cuentos. Apenas empecé a leer me transformé en una lectora ávida de cuentos e historias ajenas, y con la escritura comenzó una serie de cuentos, fábulas, poemas e historias propias. Me refiero también a todas esas historias que he creado en mi cabeza y que nunca plasmaría en papel. Esas en que escribo y reescribo mi historia. Que narran mi pasado, mi presente y mi futuro. Esas que ahora pueblan mi cabeza con historias de a dos. Y hoy vivo una historia que nunca imaginé. Hoy vivo una historia que no reescribiría. Excepto quizás por un detalle. Siempre bromeé acerca de que las relaciones a distancia serían lo mejor para mí. Y en cambio ahora siento esta necesidad de tenerlo al lado a cada instante, de que lo extraño con cada poro de mi cuerpo. Y no me malentiendan. Aguantaré estoica. Todos y cada uno de los al menos 32 meses que me quedan por aguantar. Porque sé que lo que no te mata, te hace más fuerte. Y la distancia, por dura que sea, no nos matará...

25 abril 2012

Omnívora

Mi mejor amiga ahora es vegana. Partió como vegetariana hace algunos meses y ahora es vegana. Para los que no saben, el veganismo se define como "[...] una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales" (definición de Donald Watson, que es aparentemente uno de los sumos pontífices del veganismo). O sea, adiós carne, adiós lácteos, adiós huevos, adiós aceites animales, adiós zapatos de cuero, chaquetas de cuero y todos sus derivados, y por supuesto adiós a los abrigos de pieles.
 
A raíz de esto me he encontrado con una serie interminable de propaganda pro-veganismo en mi muro de Facebook. Y me ha dejado pensando. Y sé que me odiarán por hacerlo.
 
Lo cierto es que entiendo su punto. No me parece bien el maltrato animal. No creo que sea correcto, ni creo que nunca vaya a serlo. Creo que en el ámbito empresarial muchas veces se sacrifican la ética y la humanidad en haras del dios de la rentabilidad. Pero hasta ahí llega nuestro acuerdo.
 
El ser humano, como especie, ha desarrollado la capacidad única de domesticar animales. Desde los animales de compañía, que nos proveen un servicio de protección y suplencia de carencias emocionales, hasta los grandes animales que nos proveen de alimentos y vestidos. Si lo vemos desde el punto evolutivo, cada animal recibió características que lo ayudan en su supervivencia. Considerándolo, podríamos decir que el ser humano es un animal bastante indefenso en términos físicos: no tenemos una piel gruesa que nos proteja de las inclemencias del invierno, no somos ni más rápidos, ni más ágiles, ni más fuertes, ni tenemos las garras o las mandíbulas más feroces. Seríamos la presa favorita de los depredadores y probablemente ya nos habríamos extinguido hace tiempo sino fuera porque tenemos pulgares oponibles, que nos permiten manejar herramientas, y una inteligencia que nos permite modificar nuestro entorno. Qué tan inteligentemente usamos nuestra inteligencia y habilidades, valga la redundancia, es harina de otro costal. 
 
Dado esto, creo que se trata de una materia de supervivencia. Si podemos obtener lana de una oveja, o piel de un animal para abrigarnos, si logramos tener huevos, carne y leche, no veo dónde está el mal. Sería como catalogar de inmoral al león por comerse a una gacela. Es cosa de supervivencia. Sobrevivimos en forma distinta, pero la meta es la misma. Cierto que hay alternativas. Nuestra misma inteligencia nos da el libre albedrío para tomar decisiones. Si alguien decide no utilizar estos regalos de la naturaleza, y prefiere otras cosas, pues está en su derecho. Lo molesto es la demonización de las otras opciones.
 
Además, hablan tanto del respeto a la vida, pero al comer una semilla es lo mismo que comer un huevo y quizás peor. Los huevos que comemos no están fecundados, pero esas semillas podrían dar por sí mismas fruto a un nuevo árbol. Eso también es vida. Sacar una albahaca o una lechuga implica matarla para alimentarse de ella. Siguiendo la lógica de los veganos en cuanto a su respeto a la vida, deberían alimentarse de dióxido de carbono o algo así. Y ya quiero verlos intentarlo...
 
Luego está todo ese argumento pseudo-científico acerca de que nuestro intestino es demasiado largo para comer carne. El problema está en que nosotros no somos carnívoros, sino omnívoros. Es decir, comemos las dos cosas. De hecho, como leí por ahí, somos consumidores oportunistas. Es decir comemos lo que tengamos disponible. Y nuestra anatomía y fisiología lo permiten. Nuestra historia lo avala. Desde el hombre prehistórico se sabe que habían cazadores, pescadores y recolectores. ¿Acaso al ser humano prehistórico, con más cuota de instinto que de inteligencia como la conocemos hoy, se le habría ocurrido comer carne si estuvieramos destinados al vegetarianismo o al veguismo? No lo creo. Por otro lado, está el dichoso tema del intestino. Cierto que los carnívoros puros tienen un intestino más corto. Pero también es cierto que los hervíboros puros tienen estaciones de fermentación. Nosotros no tenemos ni lo uno ni lo otro, por lo tanto, es lógico deducir que somos algo entre medio. Además nuestra mandíbula tiene la conformación clásica de los omnívoros.
 
Sí, puede que mi amiga se enoje y discuta. Yo no quiero discutir. Sólo digo que ni los veganos son santos, ni el resto somos demonios. Son opciones. Dado nuestro oportunismo alimentario, ahora que la modernidad nos da la oportunidad de elegir entre múltiples opciones, podemos elegir. No hay gente que está en lo correcto. No hay gente que esté equivocada. Por mucho marketing que se haga, lo cierto es que vivimos en un mundo de grises. Y no necesito más "evangelización al veganismo".
 
Por lo demás soy demasiado mañosa. Mis opciones se inclinan mucho por el lado de los lácteos y los huevos. Ni siquiera me gusta tanto la carne roja. Sí el pescado, los mariscos y las aves. Los "pastitos" no me llaman mucho la atención, y hay varios que de frentón no me gustan. Me gustan las nueces y cereales. Me gustan las legumbres. Excepto por las arvejas. Me enveneno con las arvejas...