05 mayo 2008

Empatía

Empatía, según la Real Academia de la Lengua Española, es la "identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo del otro". Otra fuente dice que la empatía es "la capacidad de poder experimentar la realidad subjetiva de otro individuo sin perder de perspectiva tu propio marco de la realidad, con la finalidad de poder guiar al otro a que pueda experimentar sus sentimientos de una forma completa e inmediata."

Nótese que lo destacado menciona lo que el OTRO siente. Nada dice de tratar de hacerlo cambiar. Nada dice de cambiar sus sentimientos por lo que tú supones que el otro debiera sentir, o como a ti te gustaría que se sintiera. A lo más sugiere la posibilidad de ayudarlo a hacer catársis. Aunque si entiendes al otro, sabes cuándo es necesaria esa catársis y cuándo simplemente dejarlo en paz.

Yo sé que tú te lo vas a tomar en la onda personal... Y sabes que te hablo a ti. Solamente quisiera que tú y el resto del mundo que pretenda tomarse la molestia de leer esto entienda que no se trata de levantarme el ánimo. Que tengo el derecho de tener lata, o de no querer hablar de ello. Que tengo el derecho de no querer volver y perder lo que he ganado. Y que tengo derecho a lamentar mis pérdidas. Y eso no significa que caeré en la depresión más profunda... Estar siempre alegre me haría una persona totalmente anormal. Lo sano es adaptarse a las circunstancias, y así como hay momentos para estar alegres, también hay momentos para no estarlo. Eso es todo. No es la gran cosa.

Este es un minuto en que simplemente no me siento completamente feliz. Y no es que haya perdido de vista las cosas positivas de volver, que hay muchas. Pero lo cierto es que también es duro tener que enfrentar mis circunstancias nuevamente, cuando es mucho más cómodo "ser" sin restricciones. Tengo el derecho de lamentar que perderé mi libertad. Y no necesito que me levanten el ánimo o me den consuelos insignificantes y sin sentido. Es como discutirle a un agonizante que no debe sentirse mal por ello. Está en su derecho. OK... el ejemplo es un poco extremo, pero es la verdad. Seamos más leves. Si alguien se enferma, es natural que se sienta triste y mal por un tiempo. No es fácil, y todo el mundo lo entiende. El punto es que en agún minuto tiene que decir "c'est la vie" y seguir adelante. Pero si nunca pasa por el periodo de duelo, tampoco puedes decir que eso es saludable. Sería extraño que le anunciaras a alguien que tiene cáncer o algo así y te respondiera con una sonrisa de oreja a oreja, de buenas a primeras "¡cool, me alegro que haya quimioterapia!". Y si se siente mal, le dirás que todo estará bien, que no se preocupe, y lo dejarás un rato tranquilo para que lo asimile, y no disturbarlo, pero tampoco esperas que la persona inmediatamente reaccione, sonría y te diga "¡¡oh, tienes razón, no hay nada de qué preocuparse!!". Probablemente pienses que es un maniaco que tiene algo planeado, o que simplemente no entendió lo que le dijiste.

Como sea. Me carga que me digan que no tengo que sentir lo que siento. Que me nieguen mis periodos de duelo. Detesto que me pidan explicaciones, porque si no las doy es porque no las quiero dar y punto. Sé que tus intenciones son buenas, pero a veces simplemente quiero cambiar el tema. ¿Será que es tan dificil de entender?

2 comentarios:

Andres dijo...

¿quieres saber de empatía?

hoy día me preguntaron si estaba feliz que volvieras... y mi respuesta fue que estaría más feliz si me hubieran dicho que te quedas allá.

No es que no te extrañe, ni que no tenga ganas de abrazarte y jugar las tonteras que sólo los dos entendemos... pero entiendo perfectamente la diferencia entre estar allá y volver...

Asi que... si necesitas ayuda con el shock cultural que va implicar tu regreso, solo dimelo.

Andres

Anónimo dijo...

Tienes que volver amiga, Canadá no es tu país, este es tu mundo...aquí te puso Dios, o la naturaleza, o el Destino...no sé quién....pero tienes que estar aquí, porque te he extrañado, porque eres necesaria en este porvenir, porque tenemos que cambiar el mundo. Porque contigo lloro y me río cómodamente, y me caigo y me levanto. Y tu estás siempre ahí...
Ya déjate de tonteras y ven a tu verdadero hogar. Se llama Chile.
Después viajaremos y nos enamoraremos de todo lo que veamos, pero volveremos aquí.
Lola.