16 marzo 2008

Llorando por mis antojos


Sí... ya sé lo que van a decir: que no he escrito nada desde enero, que no doy noticias, y cuando se me ocurre escribir, no cuento nada de lo que he hecho. Lo cierto es que esta es la razón por la cual jamás logré llevar un diario de vida. Soy incapaz de llevar un recuento escrito de lo que he hecho o no, porque (a) generalmente no hago nada y no tengo nada que contar y (b) cuando hago cosas y tengo algo que contar, estoy muy ocupada haciéndolo como para escribir sobre ello. Por eso me gusta más escribir sobre las intrascendencias de la vida, en mis momentos de ocio... Y si no les gusta, pues, más que nada... es una lástima...

Establecido el hecho de que no les voy a detallar dos meses de mi estadía en Canadá, voy a comentar que son casi las 5 de la mañana... Y se preguntarán qué hago escribiendo tonteras a las 5 de la mañana de un día domingo. Pues la respuesta es que soy una atravezada. La noche del viernes pasé de largo. Y no, no fue carreteando... No, tampoco fue estudiando... La verdad ni yo sé qué pasó esa noche... Los hombres grises de Momo me están robando el tiempo... Me quedé haciendo pequeñas cosas en el computador (nada muy importante), y viendo tele, cuando de repente, me di cuenta que eran las 9 de la mañana... Un poco antes de las 10 estaba que me caía de sueño, y me fui a dormir.

Para cuando desperté, ya era domingo, pasaditas las 12 de la noche, y me quedé un rato flojeando, media desorientada, hasta que llegué a la conclusión que era domingo, y que tengo que arreglar mi horario, porque mañana lunes tengo que juntarme con un tipo a las 10 de la mañana, y además no puedo vivir de noche para siempre... Y mientras pensaba todo eso, en mi momento de semi-depertar, me di cuenta de que tenía unas ganas locas de comer pan de cebolla...

Y qué quieren. Si me conocen, saben que soy una tentada. En todo sentido. Para ser honesta, rayo en lo malcriada. Cuando me asalta un antojo, tengo que satisfacerlo. Quiero lo que quiero y no otra cosa, y más encima, lo quiero al tiro, porque no me gusta esperar innecesariamente.

Con la comida es medianamente simple... si es comprable, voy y compro lo que quiero comer, aunque tenga que viajar largas distancias para conseguirlo, o buscar en varios sitios. O si no, como ahora, voy y cocino. Lo divertido es que a veces amanezco con antojos de comer cosas que ni siquiera me gustan... En más de alguna ocasión muero por comer espinacas, que me cargan. Supongo que es mi cuerpo que exige alguno de sus componentes. A lo mejor es de puro extraña que soy, nomás...

Y bueno... hoy quería pan de cebolla. Busqué la receta, y lo hice. En este minuto está en el horno. Pan de cebolla y orégano. Se suponía que tenía que procesar la cebolla, pero no tengo procesadora, así que sólo la piqué bien finita, y me la lloré toda. Pero bueno... a veces hay que pagar el precio para tener lo que se quiere.

Tengo que ir a sacar el pan del horno. Si les interesa, de ahí les cuento cómo me quedó...

Saludos. Los extraño. No a todos. Sólo a los que se me antoja... ;)

2 comentarios:

Andres dijo...

Me alegro que el pan esté rico... y te seguimos extrañando, pero con la esperanza que te quedes por allá para siempre :P (y no porque no te queramos ver, si no porque estoy seguro que lo estás pasando chancho y así tengo donde quedarme por allá).

Te quiero. Me alegro "escucharte" feliz.

Besos.

Dr_Cucho dijo...

Pan de cebolla… ¿te sorprendería si te digo que nunca lo he probado? (no, estoy seguro que no te sorprendería en lo absoluto… digamos que mi poca sapiencia culinaria es parte de mi encanto, o tal vez de todo lo contrario… bueno es cosa de ángulos no? =P)… bueno en vista y considerando lo “cebollesca” de tu situación (y no lo digo porque sea una situación telenovelesca digna de Marrón Glasé –“se me cayó el carné”-) lo de “lagrimas por antojos” viene muy bien como título (muy gráfico =P)…
Hablando de esa teleserie me acordé de ese tema que dice “una historia distinta… un amor diferente…” … lo que en verdad no viene al caso, pero acordé y se me quedó pegado el tema XD…
Bueno al igual que tu me he visto en la situación vampírica de vivir de noche, ya sea para estudiar o pq en efecto mi cerebro abstracto funciona mejor a deshoras (y en verano son más frescas las noches)… bueno esta disparidad con el común colectivo y la percepción del correcto funcionamiento del ciclo circadiano me ha permitido toparme contigo a altas horas y a diferencia de alguno, tener información de primera línea sobre alguna novedad de tu acontecer (las ventajas y privilegios de ser VIP)…
A todo esto tus hombres grises deben ser más agradables que los hombres grises de la neurología… (resultaron ser bien pedantes y la mitad de las cosas que dicen son mero chamuyo XD)…

Ya chiquilla me despido por ahora… guárdame algo de pan de cebolla para probar que sea (con lago de moho para darle sabor =P)…

Un abrazo desde la tierra del Cóndor, Huemul y Copihue (en donde curiosamente no hay ninguno XD)…

Cuídate (y gracias por hacer desparecer las tensiones)…

Adeau

PD: a todo esto se te antoja echarme de menos o debo hacer más merito?... deberé afeitarme maestro?? XD