23 noviembre 2006

Voy a Dormir. (Poema de Alfonsina Storni)

Dientes de flores, cofia de rocío
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes.
Te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides. Gracias... Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.

15 noviembre 2006

Dia de Encuentros

Hoy fue un día de encuentros. De esos que son absolutamente inesperados...
Y partieron temprano: hoy en la mañana, cuando me disponía a comprar los boletos para el metro, a eso de las 7 y cuarto o por ahí, yo iba concentrada sin mirar a nadie, y noto que un tipo se me para adelante... dí un paso a un lado, y él también... dí un paso al otro lado, y él me siguió... y cuando levanté la vista para pedirle que me dejara pasar me encuentro nada más y nada menos que con Sebastián Hansen. ¿Y quién es ese? me preguntarán ustedes. Y yo les respondo: él es un ex-compañero de curso del colegio que no veía desde hacia siglos. Creo que la última vez que lo ví, fue el 2001.
Reconozco que no mantengo muy buenos recuerdos de mi época escolar. Lo recuerdo más bien como un trámite que había que cumplir. Algo así como cuando se cumplen horas de oficina... Por lo mismo, no mantuve contacto con mis compañeros del colegio. Es más... confieso que al día siguiente de mi graduación (de la fiesta, y por consecuencia de la última vez que era mi obligación verlos), lo primero que hice esa mañana fue tomar mi agenda de teléfonos (aún no estaban masificadas los celulares) y con una goma de borrar, borré a cada uno de mis compañeros. Miento. Dejé unos pocos privilegiados, entre ellos a Sebastián. Igual no los llamé, ni los quería llamar. Fue sólo una catarsis simbólica. La metáfora de borrarlos de mi vida para siempre. No me avergüenza reconocer que experimenté un verdadero placer en borrar a ciertos personajes.
Como sea, me alegró ver a Sebastián y saber que está bien. Bien por él.
Y sin embargo, las sorpresas no terminan ahí... el día siguió bastante agradable. Compartí con el Jose como en los viejos buenos tiempos; conversamos como antes; sin atados, sin problemas, sin dramas. Hoy se demostró que este tiempo que nos estamos tomando (en forma bastante civilizada por lo demás) es una buena idea. En cierta manera, reencontré al amigo que perdí en estos meses de pololeo.
Y se acabó la jornada académica. Tomé el metro, y no lo van a creer... ¿a quién creen que me encuentro? ¡A Jorge Espinoza! Para los que no lo conocen y para que no lo confundan, me refiero al compañero, amigo de mi hermano desde el colegio (no a mi compañero de U), y el cual conocí mejor el año pasado en septiembre, y que es muy buena onda... Ese que vive en Alemania (sí, la Alemania que queda en el continente europeo...). Llegó a Chile hace poco, e iba en el metro con su polola... conversamos un rato. Amenizó el viaje.
Y ustedes dirán: "Listo; las sorpresas se acaban acá; ahora va a dejar de darnos la lata...". Pero están equivocados, aunque esta es una sorpresa de otro estilo; Llegué a mi casa, al rato revisé mi mail,y por curiosidad me metí en la página de la Scuola (que me enteré de su existencia gracias a Sebastián) y también me metí en la página de futsal de los ex-alumnos. El Seba me comentó que jugaban varios compañeros, y no sé... supongo que me bajó la nostalgia... Busqué el equipo de ellos, y me encontré que en la nómina está Gianluca D'Alessandri. ¡Y yo que lo hacía viviendo en Italia, feliz de la vida! ¡¡Resulta que parece que está en Chile!! Y sí... ya sé... ustedes dirán "¿y a mí qué?". Pues no sé a ustedes, pero a mí me gustó mucho saber que todavía existe y anda por acá. Ya, ya... reconozco que él me gustaba en el colegio, pero eso no tiene nada que ver. Es sólo que siempre lo he recordado con mucho cariño. Según la página, juegan todos el día viernes a las 20 horas. Juegan ellos dos, el Bruno Bisso, el Raúl Mezzano, el Juan Cristóbal Costa, el Rodrigo Araya, el Gonzalo Frábega, y creo que alguien se me queda en el tintero (o en el teclado para ser más modernos). Me gustaría ir a verlos. No creo que pueda ir. Lo que sí haré, definitivamente, es llamar a Sebastián, un rato antes, desearles suerte a todos y mandarles muchos saludos.
No sé qué será... Quizás es la nostalgia. Quizás es que, a pesar de todo, el colegio no fue tan malo... Quizás es el día...

07 noviembre 2006

A Rocio y Lola, de manera especial.

Mañana presento –por fin– el proyecto que me ha tenido de cabeza trabajando todo el semestre: "Heladerías Polaris. Un placer que hace bien". Para los que no están informados, la idea era hacer un plan de negocios ficticio; uno tiene una idea y hay que analizarla, evaluarla y hacer todo el procedimiento teórico previo a iniciar un proyecto. En mi grupo decidimos poner una heladería, con helados "naturales, artesanales y nutricionalmente fortificados" (eso ya me lo sé de memoria de tanto repetirlo...).
A mí se me ocurrió la idea de hacer helados, aunque mi inspiradora fue la Lola, con su helado de canela. Ese que comíamos de madrugada en el verano, y que se me cayó cuando lo preparamos, dejando toda la cocina pegote... buenos tiempos aquellos. No saben cuanto extraño a mis amigas. ¡No las veo hace siglos! Tengo tantas ganas de hablar, y hablar, y hablar y hablar, hasta que nos dé puntada; Tengo ganas de reírnos juntas hasta la madrugada y de escuchar los reclamos al otro día y tratar de hacer entender a la gente que aunque hablemos días enteros, el tema nunca se acaba...
La verdad es que no le puedo echar la culpa a Polaris por no haberlas visto... eso empezó en agosto y la verdad es que las he visto pocas veces este año. No sé por qué... Supongo que el hecho de empezar una nueva carrera me absorbió. Tenía tantas de que fuera un buen comienzo, que apliqué la mayor parte de mis energías.
Tampoco le puedo echar la culpa a la pega, porque empezó hace un mes, y por lo tanto sólo justifica ese periodo (no he salido a ningún lado desde hace un mes, y eso es completamente cierto. De la casa a la U, de la U a la casa).
Sin embargo, desde hace una semana que siento este desazón, y quiero comunicarme con mis amigas y no he podido. Hablé con la Lola un rato el otro día, por msn, y nada más. De la Rocío no he sabido ni palabra. Y no me puedo sacar esta sensación de que mi presencia se requiere, o quizás es que yo requiero estar presente. No sé... Tengo que estar y no puedo; quiero estar y no me encuentro.
Espero que esté todo bien. Mis niñas: las extraño. Las presiento. Las quiero.
Nos vemos lo más pronto posible.