26 agosto 2007

¡El amor EXISTE!

He encontrado una nueva campaña en la que ocuparme: demostrar a toda una manga de incrédulos desencantados de la vida y con toques de depresión que EL AMOR SÍ EXISTE. Sin ofender a nadie de la manga mencionada. Los entiendo. Yo también he pasado por momentos en que el miedo es más fuerte, la desilusión parece teñirlo todo de negro, y estamos más dispuestos a creer que todo fue una ilusión, que es una especie de cuento de hadas irreal. Es más fácil así, porque si no es real, entonces la felicidad que vivimos tampoco lo fue, y de esa manera no la volveremos a buscar, evitándonos la caída posterior, que en ese minuto de oscuridad, nos parece la consecuencia inevitable. Já. Lo cierto es que pasado el momento más oscuro, nos encontramos de nuevo en lo mismo, y aunque algunos insistan que prefieren no subirse a la montaña rusa de los sentimientos, todos sabemos, que más temprano que tarde, terminan subiendo, quiéranlo o no. Es inherente al ser humano. Todos buscamos el amor. Cierto que cada uno tiene su forma particular de buscarlo.

Pero partamos por el principio. ¿Qué es el amor? Esa es de las preguntas más difíciles de responder. Creo que es una vivencia demasiado personal para ser definida en forma universal. Uno puede dar lineamientos generales y nada más.

Creo que para mí, el amor es incondicionalidad por sobre todas las cosas. Así como es como amo a mis amigos de verdad, así es como amo en general y es la única forma en que sé amar. Muchas veces he escuchado que "el amor es egoísta", pero para mí es precisamente todo lo contrario. Cuando amas de verdad se desvanece cualquier rastro de egoísmo, porque antes que cualquier cosa está la persona amada. Lo más importante es saber que esa otra persona está bien y feliz, y estás dispuesto a HACER CUALQUIER COSA con tal de contribuir a esa felicidad. Aunque esa "cualquier cosa" sea dar un paso al lado, para no estorbar en el camino del otro. Y por extraño que parezca es una renuncia que no se hace dura, ni triste, ni dificil. Bueno, un poco triste puede ser... pero sólo un poco, porque en el minuto en que ves que la cara del otro se ilumina de felicidad, tu corazón se ilumina aún más y todo es mucho más sencillo. E insisto, aún cuando el brillo de felicidad no lo ocasione uno, es así. Y no lo digo hipotéticamente, o porque simplemente me imagine que es así. Es así. Lo sé con conocimiento de causa. Se siente como un calorcito en el corazón y una paz enorme que es dificil de explicar. Sobretodo dada las circunstancias. En esas ocasiones, la gente se acerca y me dice "¿estás bien?", y les cuenta entender que sinceramente lo estoy. Quizás sea dificil entenderlo para quien no lo ha vivido...

La otra típica afirmación es que el amor es de a dos. Y que cuando uno ha amado en solitario, eso no es amor. Me pregunto de dónde habrán sacado eso. ¿Acaso mi amor vale menos porque no me corresponden? ¿Siento menos? En eso caso, podría doler menos... Pero no. Nada cambia con el hecho de no ser correspondido. Lo único que ocasiona es que vas a sufrir un poco más. Para amar sólo hace falta tener corazón y sentimientos (para aquellos que tenemos un poco de conocimiento científico, en realidad basta con tener un sistema límbico funcional). Además, hay muchas clases de amor. Yo puedo amar las plantas y dar mi vida por ellas, y no espero que me correspondan. Sólo quiero verlas y poder admirarlas. A veces con las personas pasa lo mismo. A veces basta con saber que la otra persona existe. Que anda por ahí, en algún lugar. Ya ese conocimiento basta para que un corazón que ama sea feliz. Si puedes ver y hablar con el objeto de tu amor, entonces estás en el paraíso. Y si, por alguna coincidencia cósmica, sucede que te corresponden, entonces no puedo imaginar otro estado más pleno que ese.

Yo no sé qué le pasa a todo el mundo. No sé porque no quieren crer en el amor. No sé porqué tratan de olvidar cómo se siente, o menoscabarlo o negarlo. Porqué le temen tanto. O sea, da miedo, lo sé. Cuesta estar dispuesto a abrir puertas después de haber sido lastimados, pero bien lo dijo Alfred Tennison en su momento: "más vale haber amado y perdido, que no haber amado jamás".

17 agosto 2007

Trascendencia en breve

En vista de que el otro blog está destinado a la publicación de mi obra lírica, dejaré este para la publicación de mis disvarianzas en prosa. Y como tengo ganas de escribir, eso es lo que haré...
Hablando de ganas de escribir, el otro día empecé a escribir mi primer proyecto serio de novela. Reconozco que siempre he tenido inquietudes literarias, y me encantaría escribir un libro como corresponde, de mi autoría. Una vez escribí un libro de bioquímica, o casi, cuando hice la traducción de uno cuando estaba en la medicina, y aunque lo siguen usando y es mi legado en la escuela, no es lo mismo que si fuera de mi autoría. Probablemente pase de generación en generación por mucho tiempo, pero muy pocos recordarán a quien hizo todo ese trabajo. No es trascendente por completo. No como un libro debiera ser.
Creo que ese es el punto. La trascendencia de plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo. Eso de plantar un árbol en un sentido místico también es trascendente... dejas algo de ti en cada acto, sobretodo los que generan vida. Pero el árbol no perpetuará tu nombre. Además, casi nadie al mirar los árboles se pregunta quién los habrá plantado. Como sea, alguna vez planté una araucaria, que me sobrevivirá, sin duda. Así que tengo el tema del libro y del hijo como "pendientes". No voy a contar el libro de bioquímica, porque ya expliqué que no es lo mismo. Y en vista de que tener un hijo en este momento sería muy poco aconsejable, y también bastante complicado, de momento me enfocaré en el libro. No les voy a contar de qué se trata, porque prefiero conservar la sorpresa. A Cucho ya le conté, pero él es caso aparte.
Bueno, eso... ya son casi las 12, y tengo que buscar una imagen para publicar el poema correspondiente a mañana. Tengo más cosas que agregar, y divagar, pero lo dejaremos para otra ocasión. Arrivederci!