06 julio 2007

El verso que no existe

He estado buscando un verso
que explique lo que siento,
pero aún no lo encuentro...
¿Será que no existen las palabras
para describir a mi corazón
y sus latidos desbocados?
¿Será que no hay cómo dimensionar
mis emociones si te veo?
¿Cómo hacerte entender, entonces,
si no puedo expresarlo,
si no puedo entenderlo?
No hay versos, ni prosa,
no hay música, ni canción,
no hay botella, ni chica ni grande,
que pueda contener y mantener
todo esto dentro de mí...
Y entonces, ¿cómo hago
para no explotar,
y causar un mayor desastre
que el de una fusión nuclear?
¿Cómo callo palabras
que no bastan para expresar
lo que tengo que decir?
Soy muy pequeña para mantener
todo esto dentro de mí...
Soy guardiana de un corazón
más grande que mi magnitud,
que enloquece y clama por salir
cada vez que estás aquí...
Nada es suficiente,
nada es bastante preciso
pues con palabras no se abarca el universo.
¿Cómo resumir lo eterno,
lo infinito, lo esencial?
¿Cómo pretender dominar
lo que es más grande
que nosotros mismos?
No existen versos,
pero quizás el universo
si cabría en un beso...

2 comentarios:

Rocío dijo...

hola linda

Empiezas tus 25 escribiendo muy lindo, como siempre,

Mis mejores deseos, muchos besos y espero verte luego

Kisses

Dr_Cucho dijo...

En la actualidad el ciudadano promedio maneja sólo una efímera parte de nuestro natal lenguaje, uno de los más completos y complejos que existen según los entendidos, pero aún así ni los grandes genios de la literatura han encontrado las palabras precisas para describir el arcoiris de posibilidades que pueden llegar a ser las emociones… suponer atrapar el universo en un beso es demasiado ambicioso, tanto que tal vez sea concebible en el mundo de los sueños, pero… acaso las grandes creaciones humanas no tienen que pasar por ahí antes de ver la luz en nuestro reducido mundo concreto?... pensar en lo inimaginable puede ser una cárcel de frustraciones, o puede ser la génesis de lo más grandioso… sólo depende de los ojos de quién lo mire…

Saludos…
Cuídate mucho