11 julio 2008

Hombres inteligentes

Creo que no hay nada más sexy y atractivo en un hombre que la inteligencia. Y por favor, con "inteligencia" no me refiero a que sea un tonto grave y aburrido. Tampoco es la idea que el tema de conversación sea siempre metafísico o algo por el estilo. De hecho, un hombre inteligente no anda por la vida impresionando a nadie con sus conocimientos, ni "dándoselas de inteligente" porque simplemente lo es. Y por lo mismo sabe distinguir cuando es el minuto de profundizar las conversaciones y ponerse serio, y cuando no. De hecho, creo que se requiere una inteligencia notable para ser absurdo. Porque el límite entre lo absurdo y lo estúpido es frágil y delgado.

El punto es que el tema de conversación, su intención y tono, dependen en, por lo menos, un 60% del momento. El 40% restante depende del interlocutor. Y se requiere inteligencia como para poder evaluar correctamente ambas variables.

Pero volviendo al atractivo de un hombre dotado de inteligencia, debo decir que, aunque por supuesto todo esto es una opinión personal, éste se debe a que soy una firme convencida de que para que una relación resulte uno debe admirar a su pareja. La admiración resulta un importante afrodisiaco, por decirlo así. Debe ser que a mí la inteligencia me parece una cualidad muy admirable, y por otro lado, la estupidez me revienta.

Lo lamentable del caso, es que la inteligencia resulta una cualidad escasa. Y no estoy hablando sólo de los hombres; no me tilden de feminista tan apresuradamente. Hay que reconocer que la estupidez es bastante democrática: no discrimina por sexo, edad, raza o condición social... se da a todos por igual. Y tiene bastantes adeptos que le rinden culto.

Pero basta de eso. Sigamos con el tema. ¿Por qué me parecen atractivos los hombres inteligentes? Porque saben conversar, de todo y de nada. Porque son interesantes y te aportan. Porque supongo que una parte primigenia de mí está buscando un buen pool de genes para una descendencia que sea fuerte y capaz de sobrevivir. Y como ya no hace falta que sean genes referentes a la fortaleza física, porque no espero que mis hijos tengan que huir de ningún tigre dientes de sable, o animal salvaje de ninguna especie, genes que determinen un grado de inteligencia y desempeño académico y laboral decente, parecen ser las características adecuadas para forjarse un buen futuro.

Y bueno. Lo cierto es que cada vez que me han preguntado si creo en el "amor a primera vista" he contestado que en lo que creo es en el "amor a primera conversación". Esas conversaciones que te hacen desear que no acaben nunca, o que se repitan cada día. Que provocan un cúmulo de emociones en el transcurso de la misma. Que no aburren. Esas conversaciones que sólo se pueden tener con un hombre inteligente.