26 julio 2007

Es... inevitable...

Podría haber escrito un poema... tengo en mi mente algunos versos rondando como "hueles a sueños imposibles, de domingo en la mañana" o algo así. Pero dejaré el poema para después. Ahora quiero hablar de otra cosa.
Desde hace algunos días que tengo esta sensación de... "inevitabilidad"... como si por alguna razón, hubiera cedido las riendas de mi destino a una mano invisible, que me guía a su antojo. No sé cuándo, ni cómo pasó...
Es como cuando te subes a esas cintas magnéticas de los aeropuertos. Sólo te paras encima, y la cinta te lleva a donde sea que se supone que tienes que llegar. Y no importa si a mitad de camino ves el lugar donde tú hubieras querido llegar, porque la cinta, o el que puso la cinta, o para ser más exactos, el jefe del que puso la cinta, te llevará a donde él quiera. Nada se puede hacer... es inevitable.
Ahora me siento así. Detenida, suspendida sobre una cinta magnética que me lleva Dios sabe dónde, y nada puedo hacer al respecto. Ni devolverme, ni salirme del camino trazado.
Algo guía mis pasos, y me aleja de donde yo realmente quisiera estar. Llámenlo circunstancias, destino, Dios... el nombre no me preocupa en este minuto. Ni siquiera el porqué (he aprendido que los porqués siempre son respondidos, pero suele ser con los hechos consumados). En verdad lo que me atormenta... y no, no me "atormenta" en realidad... estoy muy tranquila como para decir que estoy "atormentada" por algo... No, lo que me... ¿preocupa? ¿inquieta?... quizás la palabra correcta sea "interesa"... Sí, lo que me interesaría saber es a DÓNDE me lleva este camino... ya que es inevitable, sería bueno saber a dónde voy. Por mera curiosidad. Así podría despreocuparme del tema y disfrutar el camino. Ya que pareciera que no puedo hacer más que mirar como las telarañas se tejen y destejen a mi alrededor, saber qué se pretende lograr me permitiría acomodarme en mi puesto de espectadora involuntaria y disfrutar el paseo.
Bueno, no sé... ni idea... vislumbro algo, pero puede que no sea eso. Sólo sé que en algún minuto las cintas magnéticas terminan su recorrido y hay que subirse a un avión... y ese avión despega y aterriza en algún lado. Y probablemente otra cinta magnética te saca del aeropuerto. Y entonces... entonces estás por tu cuenta otra vez. Esperemos que donde sea que deba aterrizar, sea un lugar interesante.

06 julio 2007

El verso que no existe

He estado buscando un verso
que explique lo que siento,
pero aún no lo encuentro...
¿Será que no existen las palabras
para describir a mi corazón
y sus latidos desbocados?
¿Será que no hay cómo dimensionar
mis emociones si te veo?
¿Cómo hacerte entender, entonces,
si no puedo expresarlo,
si no puedo entenderlo?
No hay versos, ni prosa,
no hay música, ni canción,
no hay botella, ni chica ni grande,
que pueda contener y mantener
todo esto dentro de mí...
Y entonces, ¿cómo hago
para no explotar,
y causar un mayor desastre
que el de una fusión nuclear?
¿Cómo callo palabras
que no bastan para expresar
lo que tengo que decir?
Soy muy pequeña para mantener
todo esto dentro de mí...
Soy guardiana de un corazón
más grande que mi magnitud,
que enloquece y clama por salir
cada vez que estás aquí...
Nada es suficiente,
nada es bastante preciso
pues con palabras no se abarca el universo.
¿Cómo resumir lo eterno,
lo infinito, lo esencial?
¿Cómo pretender dominar
lo que es más grande
que nosotros mismos?
No existen versos,
pero quizás el universo
si cabría en un beso...